Para escribir la carta abierta de este año, es importante revisar la carta del año pasado.
¿Quién lo habría imaginado?
Para empezar, ¡menos mal que no hicimos ninguna predicción macroeconómica en 2022! Afortunadamente, habríamos sido incapaces de predecir las noticias que se han dado estos últimos 12 meses. ¿Cómo íbamos a imaginar que apagar las luces y bajar la calefacción se convertiría en nuestra nueva obsesión? ¿Cómo íbamos a imaginar que los bancos que aplicaban un cargo a los depósitos via tipos de intereses negativos, iban a pagar hasta 4% para atraer depósitos? ¿Cómo imaginar, que una guerra golpearía con tanta fuerza las puertas de Europa como para poner en entredicho muchos de nuestros logros?
Las empresas se volvieron reacias a pedir préstamos, esperando inicialmente que volviera la era del dinero gratis. Vivimos esta situación durante el segundo y el tercer trimestre de October. Comprendimos que el problema no era el coste, sino la capacidad de endeudamiento en un entorno repentinamente frío y más exigente, con márgenes degradados por la inflación y la escasez de materias primas.
Los cambios han sido brutales y sin precedentes.
Como resultado, nuestra producción de nuevos préstamos en 2022 ascendió a 158 millones de euros concedidos a unas 700 empresas europeas. Un resultado mejor que en 2019 o 2020, pero inferior al de 2021 (186 millones de euros). El primer año sin crecimiento en 8 años. El estancamiento a mediados de año se refleja en las cifras anuales.
Y aún con este entorno, apostamos que superaremos los 1.000 millones de euros (sí, 1.000.000.000 de euros) prestados a 4.000 empresas en algún momento del primer semestre del año. ¡Estamos a sólo un 4% de nuestro objetivo!
Y podemos apostar aún más, estos días hemos anunciado que hemos conseguido más de 100 millones de euros de financiación de inversores institucionales, ¡la clave para que la máquina del crédito siga funcionando!
Un nuevo paradigma
Durante los últimos 8 años, el entorno económico era sencillo: los que podían crear (o prometían crear) riqueza se veían desbordados por las propuestas de financiación. Hasta el punto de ver cosas irracionales pero muy reales. Los grupos mas grandes podían endeudarse con tipos de interés negativos, las empresas jóvenes se valoraban en más de 300 veces su volumen de negocios a pesar de las pérdidas masivas.
Ahora, en 2023, las cosas han cambiado. En October, por ejemplo, la relación de fuerzas está ahora más a favor de los inversores. Las empresas deben ser menos exigentes. Incluso las mejores. Y aventuramos un pronóstico: esto no va a durar solo 12 meses. Todos tendremos que adaptarnos.
¿Cómo hemos navegado por estas aguas revueltas?
Durante este complejo año, nos hemos centrado en evitar tomar malas decisiones que se pagarían en este nuevo entorno, al tiempo que nos preparábamos para el futuro.
Tras un primer trimestre récord, fue doloroso experimentar dos trimestres complicados. Y aún así subimos nuestros tipos, alimentando potencialmente aún más la desaceleración. ¿Por qué lo hicimos? Porque nos pareció necesario tener en cuenta el coste futuro del riesgo (es decir, el próximo aumento de los impagos) y las nuevas expectativas de los inversores. Gestionar una plataforma de préstamos consiste en encontrar el equilibrio adecuado. Ceder a la facilidad del volumen a corto plazo puede matarte rápidamente.
October es una empresa tecnológica. Dicho de otro modo, eso significa que nuestro rendimiento diario no se basa en decisiones individuales, sino en herramientas construidas por un equipo. En 2022, más que nunca, hemos contratado y formado talento para que nuestro negocio sea lo más resistente posible.
Estamos tan seguros de haber construido módulos únicos que en 2022 invertimos mucho en su comercialización y contratamos a un líder y un equipo para nuestro negocio October Connect. Hemos comprobado su utilidad para bancos, neobancos, proveedores de crédito y de manera más extensa, cualquiera que necesite evaluar la calidad de una contraparte comercial.
También hemos lanzado nuevos módulos, como ESG X-Ray. Estamos convencidos de que la solidez de una empresa depende de la forma en que aborda el medio ambiente, las cuestiones sociales y su gobernanza. Entender los compromisos ESG de una pyme requiere nuevas herramientas que son muy diferentes de las utilizadas por los grandes grupos.
Por último, hemos trabajado en la captación de dinero de inversores institucionales, tan esencial hoy en día, y hemos adquirido Credit.fr para reforzar nuestra base de inversores particulares (ahora 40.000 personas activas), al tiempo que hemos tenido el placer de acoger a Tikehau Capital entre nuestros accionistas.
Nuestros puntos fuertes siguen siendo los mismos
La crisis no ha transformado intrínsecamente lo que somos, sino la forma en que ponemos en valor nuestros puntos fuertes. Algunos ejemplos concretos.
Nuestra combinación única de inversores particulares e institucionales, considerada anecdótica en tiempos de abundancia, es ahora un argumento clave apreciado por nuestras empresas.
Nuestras herramientas de detección del fraude nos protegen mejor que nunca. Siendo realistas, los intentos de fraude aumentan a medida que la economía se endurece. El hambre impulsa a veces comportamientos poco éticos. Muchos de nuestros clientes de October Connect lo reconocen y buscan nuevas protecciones.
La madurez de nuestra tecnología nos permite automatizar cada vez más los préstamos y convertirnos así en un socio preferente para muchos actores que desean ofrecer un acceso simple al crédito a sus propios clientes (lo que en nuestra jerga llamamos embedded finance (préstamos integrados).
La conciencia medioambiental y social es cada vez más común. En 2023, nuestro nuevo módulo ESG será un aliado indispensable para quienes compartan esta convicción.
En conclusión, seguiremos siendo prudentes con nuestras predicciones, para no tener que contradecirnos dentro de 12 meses, pero entramos en 2023 convencidos de que el acceso al dinero será clave para nuestros inversores, empresas y clientes de October Connect, ¡así como para nosotros!
¡Vamos a por ello!