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¿Cómo alcanzar la rentabilidad financiera?

¿Qué es la rentabilidad financiera?

La rentabilidad financiera es uno de los aspectos básicos de una empresa sea del tamaño o sector que sea. Consiste en la relación entre el beneficio económico de una empresa y los recursos necesarios para sacar ese rendimiento.

Todas las organizaciones establecen diversas estrategias para alcanzar las cotas de rentabilidad necesarias, pero antes de llevarlas a cabo hay que contar con dos elementos fundamentales: la eficacia y la eficiencia.

¿Cómo conseguirla?

1. Se debe disponer de un análisis al completo del estado financiero de tu empresa, es fundamental tenerlo actualizado para poder tomar decisiones acertadas en cualquier momento. También, nos permite controlar y reducir gastos para poder optimizarlos, lo idóneo es mantener un equilibrio para no sufrir la presión de tener que reducir costes de forma inmediata.

2. Maximizar el margen bruto de cada producto. El conocimiento de nuestros productos, así como, el coste de la materia prima y la mano de obra es necesario para averiguar cuáles son los más rentables. Para ello, se analizarán los precios de venta en función con el mercado y la competencia.
Una vez visto esto, podremos crear nuevas fórmulas y acuerdos con nuestros proveedores para sacar mayores beneficios.

3. Dedicar tiempo a la organización y planificación es una tarea fundamental, nos servirá para mejorar la distribución de tareas entre la plantilla y dividir las tareas acordes con la prioridad. Es necesario que el personal esté motivado para mejorar así la productividad de la empresa. Los empleados son la base de una empresa por lo que la planificación y la motivación de los mismos es altamente positivo para la rentabilidad financiera.

4. El control del stock es importante para gestionar lo mejor posible el gasto en aprovisionamientos. Sirve para evaluar cuándo debemos aprovisionarnos de nuevas mercancías y a la vez tratar de conseguir los mejores precios y condiciones intentando no tener stock parado con el coste que ello conlleva. La finalidad es conseguir gestionar de un modo más organizado y eficiente nuestro inventario.

5. La rentabilidad de nuestra cartera de clientes es necesaria investigarla. Debemos priorizar a quienes nos generan mayores beneficios. Poner el foco en nuestros mejores clientes para saber su grado de satisfacción y mejorar las relaciones, a través de encuestas, consultas, etc. Es importante saber qué es tan fácil ganar un cliente como perderlo.

6. Por último, un factor relevante es la inversión en tecnología y el buen uso de ella. Invertir en software y en aparatos tecnológicos pueden ayudar a una empresa a reducir altamente los costes, tanto para obtener datos de interés, como para la gestión y optimización de la producción.
Al fin y al cabo, la tecnología agiliza y mejora la eficiencia de los procesos.

En conclusión, alcanzar una buena rentabilidad financiera requiere un trabajo constante de análisis e investigación para buscar siempre como optimizar la gestión de la empresa, en el ámbito del producto, del cliente, del precio, etc. Actualmente, la tecnología es un factor fundamental dentro del desarrollo empresarial.