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Conoce al CEO de October Países Bajos

Continuamos con la serie «Conoce a los CEOs de October». Tras el CEO de October Alemania y de España, entrevistamos a Luuc Mannaerts, CEO de October en Países Bajos.

 

Cuéntanos más acerca de tu formación; ¿qué estudiaste y qué experiencia laboral tienes?

Estudié en Rotterdam un máster en Economía Empresarial, especializado en Finanzas y Estrategia. Cuando tenía unos 40 años, fui a INSEAD, donde hice el Programa de Gestión Avanzada. Aconsejo a todo el mundo que haga este curso a mitad de su vida laboral, te da mucha energía.

He estado trabajando en la banca durante unos 20 años. Al principio, en el área de M&A, junto con grandes empresas, la mayoría de ellas cotizadas en bolsa, así como con capital privado. Luego pasé a la banca comercial, donde trabajé con empresas con un volumen de negocio de entre 50 y 500 millones de euros. Y en mi último puesto, fui director general de ABN Amro Commercial Finance, enfocado a las pymes. En este último puesto también trabajé mucho con datos. Creamos un entorno en el que utilizábamos los datos para evaluar objetivamente si podíamos financiar a una empresa. Lo bueno de los datos es que no sólo son objetivos, sino que también puedes explicar a un cliente cómo los utilizas. Esto fue lo que me llevó a October.

Empezaste en October Nederland en abril de 2018. ¿Podrías explicar un poco más sobre el panorama de financiación del país hace diez años y ahora y, los retos y oportunidades que esto conlleva?

El panorama general es que hemos tenido 3 grandes bancos en los Países Bajos durante 25 años. Tienen alrededor del 80-90% del mercado.

El 11-S tuvo un gran impacto, desencadenó la necesidad de que los bancos nos protegieran de las organizaciones terroristas y generó enormes tareas adicionales y costes, como tareas KYC y compliance. Y aún continúa. Esto llevó a recortes de costes en otras partes de los bancos. Y como pequeña empresa, era más difícil acceder a ellos. En ciertas ocasiones, un banco es una caja negra para una pyme, lo cual es un inconveniente porque la financiación es necesaria para el funcionamiento de un negocio.

Por otro lado, en los Países Bajos tenemos una mentalidad digital. Cuando empecé en October en 2018, las pymes estaban ya bastante acostumbradas a lo digital. Lo que realmente les gustó de nuestra empresa es que podían comunicarse con nosotros digitalmente, aunque también les llamamos. Combinamos tanto la tecnología como el contacto humano.

Gracias a esta mentalidad digital se crearon dos unicornios en el sector de los servicios de pago (Adyen y Mollie). Y estoy seguro de que pronto habrá más.

¿En qué se diferencian estos retos de los de otros países en los que opera October?

Puedo empezar compartiendo algo que tenemos en común, que es construir una reputación para October. En los últimos 25 años, si eras una pyme y necesitabas financiación, ibas directamente a tu banco. En los últimos 10 años eso se ha vuelto más difícil y ese es un hueco que October cubre. Sin embargo, al principio, cuando alguien oía el nombre de October, la pregunta era «¿Qué es October?». Encontrar un hueco en el mercado es algo que compartimos.

En cuanto a las diferencias. En los Países Bajos sólo tenemos tres bancos y ahora hemos tenido dos crisis, una financiera y la del Covid-19 . Los empresarios holandeses se han dado cuenta de que necesitan financiación bancaria y no bancaria. Esto está cada vez más aceptado. Y la diferencia en Países Bajos es que el gobierno lo promueve activamente. La economía de aquí pone especial interés en tener un panorama más diverso.

Al comienzo de la crisis del Covid-19, el gobierno se dio cuenta de que habría muchas empresas con necesidad de financiación. Así que abrió su sistema de garantías de inmediato a los agentes financieros no bancarios. Fuimos la primera entidad no bancaria en obtener la licencia para ofrecer financiación con garantía del Estado. Y lo estamos utilizando muy activamente.

Una gran diferencia es también que en los Países Bajos tenemos un acceso limitado a los estados financieros. En el sur de Europa, donde también opera October, pueden determinar automáticamente cuánto pueden ofrecen a una empresa basándose en un registro público con los estados financieros de todas las empresas. En los Países Bajos no tenemos aún un registro en el que se inscriban todos los informes financieros de las pymes y sean accesibles de forma estructurada y digital.

Los analistas de crédito pueden desempeñar un papel importante en este sentido, ya que tienen en su poder todos los informes financieros de forma estructurada. Estamos trabajando duro para conseguir el acceso a eso con una herramienta llamada SBR Nexus (SBR significa Standard Business Reporting), en la que los analistas, junto con los clientes, podrían desbloquear sus informes directamente con nuestra tecnología. Eso sí que podría cambiar las reglas del juego en los Países Bajos.

¿Cuál es su objetivo este año en tu país? ¿En qué se va a centrar?

Tenemos tres objetivos para este año:

1. Duplicar el número de clientes a los que ayudamos en comparación con el año pasado, combinando la tecnología y el contacto humano.
2. Simplificar aún más nuestros productos para que los clientes y los asesores financieros puedan solicitar fácilmente un préstamo a través de nuestra app y que podamos darles muy rápidamente una respuesta que sea correcta en el 95% de los casos.
3. Aumentar nuestra reputación a través de una asociación con un banco y/o una organización de crédito (o ambos) para dar un servicio aún mejor y más rápido a las pymes.

¿Qué crees que es lo más típico de October?

Estamos muy centrados en el cliente. Si comparo mi tiempo en los últimos tres años en October con los años anteriores puedo decir que todo el mundo está centrado en ayudar al cliente, lo más rápido y mejor posible. Nuestro equipo de ventas, de crédito, de producto y de tecnología está enfocado en que el cliente tenga una buena experiencia.

¿Con qué valor de October te identificas más?

Voy a robarle la idea a mi compañero Grégoire, CEO de España, profesionalmente creo que «la experiencia del cliente«, es lo primero que destaca.

Personalmente, me siento muy conectado con «Let the sunshine in», ser transparente en todo lo que hacemos es realmente un reto. Me obliga a ser honesto, primero conmigo mismo y también con nuestros amigos, nuestros clientes, nuestros inversores, los reguladores, de hecho con todos aquellos con los que trabajamos.

Cuéntanos algo sobre tu proyecto más memorable…

Tenemos muchos proyectos buenos. Voy a mencionar tres:

  • Estuvimos abiertos un mes en Países Bajos, cuando un cliente llamado Adaptive services vino a nosotros. Fue la semana antes de Navidad. Debía hacerse cargo de la empresa antes de fin de año. Así que conseguimos reunir los fondos durante las Navidades. Antes de irnos al fin de semana de Navidad pusimos el proyecto en nuestra plataforma y el martes siguiente estaba financiado. Era el día 28 y tuvo la financiación a tiempo.
  • Otro proyecto es la Mesa Mágica, de hecho Brigitte Macron es una gran fan de esa empresa por la labor social que desempeña. Se trata de una mesa digital que ayuda a las personas con demencia a jugar. Al jugar, sus mentes se activan y se mantienen en mejor forma. También, ayuda a los cuidadores facilitándoles el trabajo. Esta empresa holandesa exporta sus mesas a Francia, Alemania y muchos otros países. Hemos financiado su expansión en Estados Unidos.
  • La última es una empresa de software que también se está expandiendo internacionalmente. Todas las escuelas de los Países Bajos, tanto de primaria como de secundaria, conocen el software. Es realmente bonito ver cómo está cambiando la vida de los estudiantes y su comunicación con los profesores, ayudándoles a ser independientes. Han crecido mucho durante el Covid-19.

Son proyectos bonitos que muestran cómo la digitalización puede ayudar a nuestra sociedad y mejorar la vida de muchos.