- Una publicación reciente de la “Task Force” de las Naciones Unidas indica que el fintech puede impulsar el desarrollo sostenible.
- El reto más importante al que se enfrentan las finanzas hoy en día es crear un sistema más inclusivo y participativo.
- A nivel individual, la conciencia de la importancia del ahorro individual y de las opciones de inversión juega un papel más importante.
El informe provisional «Aprovechar la digitalización para financiar los objetivos de desarrollo sostenible», publicado a finales de septiembre por la “Task Force” de las Naciones Unidas, destaca el potencial de la aplicación de las tecnologías financieras para el desarrollo sostenible. El grupo de estudio pretende comprender el impacto de la tecnología finlandesa (incluyendo cripto-moneda, blockchain, inteligencia artificial, big data, etc….) en el sector financiero y el desarrollo sostenible.
¿Cómo puede la tecnología cambiar la relación con el sistema financiero?
Aunque el ahorro mundial es más que suficiente para impulsar la transición hacia el desarrollo sostenible, hasta ahora el sistema financiero mundial no ha logrado intermediar eficazmente entre la oferta y la demanda.
La revolución digital puede ciertamente desplazar la atención del sistema financiero hacia el ciudadano. Al aumentar la calidad de la información disponible y su facilidad de uso, la tecnología genera una mayor conciencia entre los usuarios de los servicios financieros. Cualquier grupo de individuos, apoyada por una plataforma digital, está en condiciones de tomar decisiones colectivas, logrando así una mayor autonomía en el sector financiero.
Este es el caso de las plataformas de crowdfunding y de crowdlending, que permiten recaudar fondos a través de la publicación online de proyectos empresariales. Las finanzas alternativas están a punto de transformar la forma en que interactúan las personas, los territorios y las empresas, permitiendo que múltiples sujetos colaboren directamente en el desarrollo económico.
Fintech, tres formas de apoyar el desarrollo sostenible
Las fintech puede seguir el camino de la sostenibilidad y la inclusión social de varias maneras. En primer lugar, permiten canalizar fácilmente el ahorro hacia las inversiones. Este es hoy en día un tema de gran importancia, ya que la caída de los tipos de interés ha hecho que el coste del dinero se acerque a cero con un exceso de liquidez persistente.
En este contexto, los inversores particulares se están acercando a clases de activos alternativos que antes sólo estaban dirigidas a los inversores institucionales. En segundo lugar, permite movilizar las finanzas internacionales en un mundo global en el que la circulación del capital es cada vez más sencilla. Por último, promueve una mayor capacidad de medición y gestión de riesgos con modelos de valoración innovadores.
El crowdfunding es una forma concreta de inclusión financiera para las empresas más pequeñas que tienen necesidades de crédito en gran medida insatisfechas con el sistema de crédito tradicional. Estas empresas se sienten más desplazadas porque los operadores bancarios las consideran poco atractivas.
Los riesgos de la brecha digital
Por supuesto, existen riesgos asociados con el uso de la financiación digital para promover los objetivos de desarrollo sostenible. La brecha digital corre el riesgo de excluir a las personas que no disponen de la infraestructura y las competencias digitales necesarias, reforzando así las pautas de discriminación existentes.
Los nuevos operadores del mercado con modelos innovadores deberán poder operar dentro de un marco regulatorio adecuado que proteja de manera óptima los intereses de todos los agentes implicados. Por lo tanto, la democratización del acceso al sistema financiero es esencial para estimular un desarrollo responsable y sostenible.